"Las palabras se deshojan desde mi lengua, caen sometidas a su más puro encanto, en su propio hedor, en mi deseo carnal, en el sedante que ha sido el lenguaje de este ser que mientras más conozco, más balbuceo.
Mi lengua tropieza, su destino son las manos que esperan, la cabeza logra tocarlas como un pincel que cae sobre la tela, pero mientras ellas aciertan, yo más errante me vuelvo."
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