Estaba cansada, agotada más bien, por lo que el sillón literalmente me tragó sin que yo opusiera resistencia. 'Eres una psicópata' me dijo entregándome una coca-cola bien fría. 'Eh, talvez, un poco, sí, lo soy'. No sé si me miró o sólo se quedó contemplando el mar igual como yo lo hacía desde hace bastantes minutos, después de todo esa respuesta era de lo más casual que podía escuchar.
-Haz tenido mucho que aguantar, yo no dejaría que me mintieran así
-Mmm sí
-Te inseguriza
-Sí
-Te roba espacio
-Sí
-Se está interponiendo
-No
-No?
-Yo lo estoy haciendo
-Tú?
-Bueno, no yo
-Ah?
-Que no yo
Su rostro cambiaba rápidamente, quizá expresaba sus pensamientos y por eso disfruté el momento y esperé terminar mi frase. Creo que ambos estábamos empatizando la situación, muchas explicaciones serían absurdas, y al final sabíamos que esto para mi ya no tenía intenciones racionales. Finalmente quebró nuestras idas y vueltas y dijo:
-No ella, no tú, entonces?
No lo miré, no me moví, no pensé que pasaría si estuviese en la razón, ni imaginé nada con respecto a lágrimas de cocodrilo. La noche parecía envolvernos silenciosa y congelarnos, incluso hacernos olvidar que estábamos conmemorando algo. Simplemente seguí mirando al frente, al mar, a la única catarsis que tengo efectiva (y afectiva) y lancé casí inaudible la última frase antes de que el silencio se instalara entre nosotros.
-Es la distancia la que se 'les' interpone.
-Haz tenido mucho que aguantar, yo no dejaría que me mintieran así
-Mmm sí
-Te inseguriza
-Sí
-Te roba espacio
-Sí
-Se está interponiendo
-No
-No?
-Yo lo estoy haciendo
-Tú?
-Bueno, no yo
-Ah?
-Que no yo
Su rostro cambiaba rápidamente, quizá expresaba sus pensamientos y por eso disfruté el momento y esperé terminar mi frase. Creo que ambos estábamos empatizando la situación, muchas explicaciones serían absurdas, y al final sabíamos que esto para mi ya no tenía intenciones racionales. Finalmente quebró nuestras idas y vueltas y dijo:
-No ella, no tú, entonces?
No lo miré, no me moví, no pensé que pasaría si estuviese en la razón, ni imaginé nada con respecto a lágrimas de cocodrilo. La noche parecía envolvernos silenciosa y congelarnos, incluso hacernos olvidar que estábamos conmemorando algo. Simplemente seguí mirando al frente, al mar, a la única catarsis que tengo efectiva (y afectiva) y lancé casí inaudible la última frase antes de que el silencio se instalara entre nosotros.
-Es la distancia la que se 'les' interpone.
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