El silencio puede ser ensordecedor y la ausencia invasiva. Cuando vives a dos, el mundo se adapta a ese ruido, a ese ritmo, a esos perfiles y la súbita ausencia del otro desencadena un cataclismo en el paisaje..
Sólo uno
El silencio puede ser ensordecedor y la ausencia invasiva. Cuando vives a dos, el mundo se adapta a ese ruido, a ese ritmo, a esos perfiles y la súbita ausencia del otro desencadena un cataclismo en el paisaje..
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