Muchas cosas cambian después de ocho años, otras tantas en cuatro, o en tres. Qué pasa con aquellos detalles que a pesar del tiempo y las cientos de circunstancias no sufren cambios? Les tomamos la debida importancia que merecen? Estamos conscientes de lo afortunados que somos al poseer el cariño de gente, poseer aún ciertos artefactos, o lugares?
Si bien el mundo de hoy tiende a desechar y cambiar todo constantemente, existen, por otra parte, un montón de seres que se empeñan en mantener intactas ciertas cosas. Sin embargo, todos poseemos el sentido de permanencia. Conservamos celosamente aquello que más deseamos, que nos ha costado obtener, o que simplemente nos encanta. Sé que no existe la eternidad ante nada, pero a veces miro a O y digo "Hay algo que haya cambiado desde hace ocho años?"
Sí, muchas. Nada permanece indemne, incluso para nosotros el tiempo ha pasado rápido y a veces implacable.
Pero mientras más miro, pienso y siento, creo que realmente lo que lleva a que muchos crean que todo tiempo pasado fue mejor, es que, en el fondo, nada se compara a esos primeros momentos de felicidad. Ahora la clave está en poder custodiar esos detalles, momentos o sentimientos, para que las vueltas incesantes de este mundo puedan ser sobrellevadas con la base de una vida plena y feliz.
Eso es lo que vi hoy cuando estuve contigo, eso es lo que permanece inalterado entre nosotros, eso es lo que quiero me llene a diario, eso es lo que hoy cumple un mes más..
