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welcome

Cada uno posee el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa..

Bagón

Miro por la ventana del carro casi sin ver. Recorro los diferentes rostros cansados, alegres e incluso molestos por el calor, la rutina, los gritos de ese maldito chiquillo llorón. De pronto mis ojos se clavan en esos ojos marrón inerte. Por un momento pensé en mi perfecto y malvado plan, pero todo se derrumbó cuando esos labios esbozaron una tímida, nerviosa y casi cálida sonrisa. Todo se vino abajo, dejando escombros en todos lados que hicieron imposible mi caminar para alcanzarlo. No me quedó más que retroceder una vez más, tratando de no tropezar con cada recuerdo tirado en el bagón. "Atención con el cierre de puertas" fue lo último que oí antes de caminar fuera. Un tipo me movío "detrás de la linea amarilla" mientras el carro se movía, y parada ahí yo parecía una completa mujer catatónica que no tenía idea que hacía, que esperaba, que rayos iba a seguir haciendo día a día sin esos ojos que en, algún momento, lo repletaron todo es su mundo.

Día D

Tan temprano como pude salí sin rumbo claro, mirando lentamente a la cuidad comenzar el penúltimo día de su año, caminé por calles ya recorridas, por lugares ya visitados. Llegué hasta la puerta de su casa, lo vi alistándose para salir. Como si una fuerza externa me manipulara los músculos, entré con total seguridad. Cuando me vio la reacción fue la que menos esperé. Un abrazo tan apretado como el nudo que llevaba en mi garganta, un beso almacenado precisamente para la ocasión, una charla prescisa pero aclaradora. Horas más tarde volví a recorrer las calles que durantes años aplanamos juntos, pero esta vez sola, alejada de todos los miedos y preguntas sin resolver, y ahora llena en cada tramo vacío que pudiese haber quedado. Las noches largas al fin terminaban, las esperas, el dolor, el celo de esos días tan míos que ya no lo serían más. Pero tranquila, resuelta, al fin completa y con la frente en alto, como me enseñó, como debía ser.