r h o ..

welcome

Cada uno posee el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa..

Otro Abril

Cambios, finales, inicios, últimas veces, primeras veces, primeras miradas cómplices, sensaciones únicas, aromas, besos, caricias, muchas caricias, y sueños, risas, sí, millones de risas. Noches en vela, días en los que caminé con la cara bajo la lluvia con un cansancio casi vital, y con el alma repleta de felicidad.
Comidas apuradas, lentas, debajo de la mesa, sentada en una escalera abrazada a un mito con sólo un café.
Abril se llenó de noches de chocolates, orejas de conejo, vodka frutilla, afeitadas apuradas trás besos incompletos, caminatas ebrias por un milkyway, de expresiones silenciosas que sólo se entienden de a dos, de mañas, de abrazos, y más besos..


No recuerdo un Abril tan atiborrado de momentos excelsos. No recuerdo un Abril que me haya hecho tan feliz..

Mientras te leo

Mientras te leo, las lágrimas me nublan la vista, no puedo continuar, sólo veo sombras, manchas, dolor. Afuera mi querido abril me regala sonido de lluvia, las gotas comienzan a deslizarse por mi ventana y siento a lo lejos el olor exquisito de la tierra mojada. En otro momento la escena sería felicidad para mi, pero hoy hay un sentimiento de culpa, tristeza, conciencia de un dolor ajeno que yo misma provoqué. La responsabilidad de ser la causal de tu melan-colía me corroe la psiquis, me quita la sonrisa, me hace llorar.
Quisiera poder ser quien necesitas, quien quieres, quien mereces. Quisiera no tener que lidiar con este peso que se me instala como fantasma frío pegado a mi. La lluvia continúa callendo, las luces se reflectan como acuarela desdeñada trás el vidrio mojado, mis ojos no pueden expresar más que congoja.
Quisiera abrazarte y pedirte disculpas por cruzarme en tu camino y provocar esto, sentarme a tu lado y hacerte reír y olvidar por un momento que la vida es injusta y nos hace burla al cambiar los tiempos que debieron estar sincronizador para nosotros. Quisiera haber sido menos palabras y más realidad tangible, cariño desmedido, promesas cumplidas..

Te leo con el sonido hermoso de la lluvia como mi música de fondo, un nudo ciego en mi garganta que, por ti, estoy dispuesta a sobrellevar, me avisa que tengo que seguir. Trato de no pensar, sólo escucho las gotas suicidas estrellarse contra mi techo y trato de recordar tus ojos, cerrando los míos y olvidando por un momento la culpa, creyendo que nunca fue tarde, que nunca nada de esto existió..

26

Parecía un regreso común, como todos, como siempre. Pero vi las luces avanzar y un rayo de pesar se instaló en mi pecho. Agradecí el minuto que tuve para ver las luces encenderse y apagarse en la distancia que te alejaban por completo de mi rutina. No quería, no estaba preparada. Me dí cuenta que debía haber sido otro día, otro momento, otra instancia para hacerlo más acogedor. Ya era demasiado tarde, era la última vez y no tenía más que resignarme.
Unas lágrimas huérfanas rodaron entre el frío y el miedo, sin saber, que desde ese día las cosas cambiarían radicalmente entre nosotros, haciendo de esa despedida, la mejor de las bienvenidas que alguien podría ofrecernos jamás.