Miro el reloj por segunda vez, ya han pasado veintinueve minutos desde la última vez que lo revisé y pienso "me queda sólo un minuto" mientras giro mi cabeza hacia ti, quedándome apoyada en tu pecho con mis ojos clavados en tu rostro dormido. Repaso cada facción, cada centímetro de piel que cubre tus ojos, tus labios, tus orejas, cada curva, cada lunar. Trato de retenerlos, contarlos hasta el cansancio y memorizarlos una y otra y otra vez. Y lo intento con fuerza en ese mero minuto que poseo, porque quiero recordarte como jamás lo he conseguido con nadie, quiero llevarte en mi retina y poder traerte vívido a mi consciente cada vez que lo desee.
Vuelvo al reloj, ya es tarde. Me acerco a tus labios y para mi sorpresa me respondes el beso tibio, lento, mío. Quisiera tener más de esos minutos fugases, pero tengo que tomar todas mis cosas (casi) e irme. Es simplemente un día más, pero siento que por primera vez en mucho tiempo cruzo esa puerta teniéndote conmigo , y tú.. tú aún en tu cama..

Si tan sólo se pudiesen acostumbrar al contacto de otros, si no tuvieran la memoria cualitativa que poseen, si fuesen sólo carne vacía de sentido. Si pudieran olvidar el deseo del roce de aquellos perdidos en el tiempo, y se acostumbraran a la soledad del viento que los acosa y a las lágrimas que los humedecen por las noches. Si supieran callar y guardar ese calor que se acrecienta los días de invierno, si pudiesen hablar de ese secreto que comparten con su amiga piel. Si tan sólo se convirtiesen un segundo en ser integro, entonces mi fragilidad sería un segundo más comprendida, un centímetro más amada. Si alguien supiera leer los pliegues de su existencia, la vida nos sonreiría al decirnos 'sí, tienen el secreto en sus manos'. Si tan sólo pudiésemos ser más simples, mejor descifrados, si alguien lograra desnudarnos y perdiera el pudor, entonces tendríamos una razón para vivir, una razón para querer vivir..

Me he dado cuenta, que hay ocasiones en la vida en las que no es necesario entender motivos, no es necesario hacer preguntas ni muchos menos hay que pensarlo dos veces, simplemente, hay que actuar.
Y es eso lo que hoy decido, es este camino el que creo que me lleva a una luz de esperanza para dejar atrás los malos ratos, el llanto, el pesar de sentirse una carga para algunos seres amados. Es esta decisión la que me llevará a una mejoría psíquica, física y espiritual, esa mejoría que ahora parece tan lejana e inverosímil, es la que hoy quiero y necesito buscar. Pero aunque cueste creerlo, y eso lo que más le pesa a mi cabeza y corazón, es darme cuenta que lo bueno está lejos de lo que más creo vale la pena en mi vida. Y por esto mismo, es ese pequeño rincón lleno de personas y cosas valiosas por las que hay que seguir, por las que tengo que luchar, salir adelante, mirar hacia un futuro que me sonría de la misma manera en la que yo sonreía, antes de caer en este agujero negro que ahora parece consumirme hasta la más mínima de las fuerzas, y del que estoy dispuesta a salir sin dar explicación alguna..

Intentaré con más fuerzas ser el aire que necesitas, el ánimo que te hace falta, la creatividad que se arranca, ese abrazo apretado por las mañanas, y el beso cálido por las noches. Intentaré, amor mío, ser todo lo que requieras para completar tu felicidad..

No sé si nunca lo supe, o nunca lo quise saber, no sé si alguna vez lo fui realmente o si no estuve consciente en el segundo en que todo cambio en contra mío, pero hoy es un hecho que se astilló en mis sentidos y amenaza con permanecer y atormentarme en el tiempo.
Pocas cosas han dolido así, justo en el momento de darme cuenta que no significo lo que creía, que no valgo más que otro item en las vidas de quienes amo. Y entonces se me acaba el oxigeno de sólo pensarlo, se me retuercen los intestinos, aprieto las manos con fuerza desmedida, las cienes parecen latirme visiblemente, el corazón se me acelera, y miles de lágrimas iracundas se resbalan por todo mi rostro humedeciendo mi almohada. Y me pregunto Porqué? Cuándo dejé que todo esto llegara hasta acá? En qué minuto puse mis vísceras por sobre mis neuronas?
Como cualquier ser racional sabe, esto suele causar daños, a veces, irreparables, y que por sobre todo cuestan caro a la consciencia, al cuerpo y a la memoria.
Y entonces entiendo, me resigno y sólo espero que esperar, sea la solución inesperada a mi falta de esperanzas..