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Cada vez que abro un libro, es en tu memoria.
Leerte me complace, desde hace años.
Pocos te llegan a entender.
Muchos dejan el camino entre tus lineas.
Te imagino sentado, con la mirada cálida de siempre, con ese bigote tan tuyo, con la voz casposa, con tu imaginación volátil, inminente a una nueva obra.
Si te veo...
No sé si oiría tus palabras, toda mi atención la captarían tus movimientos, tu mirar, tu hablar.
Tú serías más cálido que Carla?
Me hablarías más profundo? Estoy segura que sí.
Serías un oasis dentro de mi existencia, lo máximo en mi vida de paginas y olor a pegamento, olor a extraños que también se animaron a leerte.
No me abandones aún.
Regálame un minuto para observarte, para admirarte, para fijar mi vista a tus ojos... a tu alma.
Aguanta.
Espérame.
No me quites la ilusión que me da tu vida trás una frase.
Si ya no estás, leerte, será leer la melancolía.
No quiero eso.
Te quiero "aquí".
Aunque estés muy lejos, allá...

en algún lugar de Macondo..