"Tengo ganas de salir corriendo, de meter los pies en el mar, de sentir las manos pegajosas por los residuos del algodón de azúcar, de sonreír a la gente porque si, de andar descalzo sobre la arena tibia, de comer chocolates hasta el cansancio de mi paladar.
Más me doy cuenta de que muchas veces he hecho esto. Lo que realmente deseo, es poder compartir contigo esos que son mis placercillos momentáneos. Anhelo que invadas mis espacios solitarios. Esos que yo construí para escapar de mis fantasmas. Esos espacios que relleno con sólo pensarte. Hace años que pienso en dos y actúo por uno. Quizá por miedo, por orgullo, por terquedad. Porque siempre me muevo en dirección opuesta a mis emociones, dejando que los segundos aniquilen los impulsos que abarrotan mi cabeza, mis manos, mi cuerpo. Deseo que cada silencio sea interpretado como una mar de notas armónicas, y que puedas leer entre chocolate y chocolate, la melancolía que emanan mis ojos. Que entiendas que en compañia del mundo me siento sola sin tu presencia. Que los momentos se completen perfectos de a dos. Porque de eso está hecha la vida; tan sólo de momentos..."
Más me doy cuenta de que muchas veces he hecho esto. Lo que realmente deseo, es poder compartir contigo esos que son mis placercillos momentáneos. Anhelo que invadas mis espacios solitarios. Esos que yo construí para escapar de mis fantasmas. Esos espacios que relleno con sólo pensarte. Hace años que pienso en dos y actúo por uno. Quizá por miedo, por orgullo, por terquedad. Porque siempre me muevo en dirección opuesta a mis emociones, dejando que los segundos aniquilen los impulsos que abarrotan mi cabeza, mis manos, mi cuerpo. Deseo que cada silencio sea interpretado como una mar de notas armónicas, y que puedas leer entre chocolate y chocolate, la melancolía que emanan mis ojos. Que entiendas que en compañia del mundo me siento sola sin tu presencia. Que los momentos se completen perfectos de a dos. Porque de eso está hecha la vida; tan sólo de momentos..."
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